Toda creación cultural (religión, moral, ciencia,
arte, etc.) es la proyección de sensaciones elementales, orgánicas,
fisiológicas, relativas a un determinado grado de fuerza o de voluntad de
poder. Es el cuerpo quien interpreta; lo anterior a toda objetividad.
El lenguaje se ha creado dentro de un proceso progresivo de creatividad “artística”; es el tejido básico espiritual en el que se incrustan los juicios de valor, las estimaciones primeras, la actitud ante el mundo a través de generaciones en virtud del proceso de socialización.