martes, 29 de noviembre de 2016

Ser inacabado

El principio esperanza, obra de Ernst Bloch, fue escrita entre 1938 y 1947 durante su exilio en los Estados Unidos de América, y posteriormente reelaborada tras su retorno a Alemania. Sin duda, constituye, indiscutiblemente, uno de los legados filosóficos mayores del siglo xx.
Es una obra escrita de una manera sencilla, sin deseo de ostentación de conocimientos, donde se tiene la sensación de hablar con una persona que hizo su camino, acompañado de la esperanza; unas veces ilusionado, otras, desencantado.
Bloch reflexiona sobre la dimensión utópica del ser humano en conexión con la filosofía marxista, pero el alcance de su indagación va mucho más allá de cualquier ortodoxia ideológica para convertirse en una profunda investigación sobre los aspectos esenciales de la frágil existencia humana.

domingo, 27 de noviembre de 2016

Crítica de la razón instrumental de Max Horkheimer

                                                                                  

                                                                        La autocrítica de la razón en Horkheimer
Antes de poder enlazar el título de este ensayo respecto a “La Crítica de la razón instrumental” de Horkheimer, es preciso hacer una breve introducción respecto a la teoría crítica y sus pensadores.
La Teoría crítica se denomina a las teorías del conjunto de pensadores de diferentes disciplinas asociados a la Escuela de Frankfurt: Adorno, Walter Benjamin, Max Horkheimer, Marcuse, Jürgen Habermas, entre otros.
Tal teoría, representa una crítica a todas las formas de dominio sobre el hombre y de irracionalidad, propias de la sociedad burguesa. Teniendo como objetivo desvelar las auténticas necesidades del hombre y tomar conciencia de las estructuras sociales que las reprimen. La irracionalidad se ha vuelto un rasgo tan característico de la sociedad como lo es su racionalidad y la historia de ésta muestra el carácter instrumental de la razón.

Diferencia entre observar y ver



El problema que plantea Russell Hanson en su obra "Patrones del Descubrimiento", tiene que ver con la diferencia entre lo que se observa y lo que se ve. Si bien, el estado físico de la cosa observada es lógicamente el mismo, la experiencia visual puede diferir dependiendo del entendimiento anterior que uno tenga de la cosa. Por lo que los mismos datos físicos pueden ser vistos de maneras muy distintas, formando el fundamento de interpretaciones y/o teorías distintas.
Hanson, presenta multitud de casos de la historia de la ciencia, en los cuales dos personas, por ejemplo Tycho y Kepler, a pesar de ver el mismo fenómeno, tienen una experiencia distinta de él. Lo interpretan de modo diferente. De ahí, concluye Hanson que: "decir que Kepler y Tycho ven la misma cosa al amanecer solo porque sus ojos son afectados de un modo similar es un error fundamental. Existe una gran diferencia entre un estado físico y una experiencia visual".

lunes, 21 de noviembre de 2016

María Zambrano

                                              












Dios no es la fuente de una promesa, ni la amenaza de condenación: es el todo sin fronteras que incluye la nada;la nada del alma, por el amor[i].  
  





La civilización moderna, materialista y técnicamente desarrollada, es hostil a la búsqueda de otra realidad que no sea la que pueden medir sus aparatos. Cualquier manifes­tación de una realidad distinta es rápidamente negada y etiquetada: se trata de una alucinación del inconsciente colectivo, del delirio existen­cial. Y sin embargo, esa otra realidad es inextinguible y aflora tercamente cada día en los más variados terrenos, no sólo en el alma de quien la busca incondicionalmente sino también en las distintas ciencias que determinan esta terca civiliza­ción moderna[i].

miércoles, 16 de noviembre de 2016

Discusión sin límite




            Ningún vestigio de un comienzo, ninguna previsión de un final, ninguna maravillosa previsión. Ningún espacio sin fronteras, sin números, ni lugar, ni palabras. Es como si volviésemos todas las previsiones hacia nosotros mismos; como si viésemos nacer las cosas desde un estado de aparente inexistencia, donde la perfección se conforma como la negación de la historia y la sucesión como la destrucción de la existencia, sin principio, sin final. Transcendiendo tiempo y diferencias entre los elementos y palabras que se repi­ten sin cesar; desarro­llando aspectos siempre decadentes, enveje­ciendo en tales casos, que son los mismos de siempre, con el debido respeto a la différance, con el debido temor a las metáforas de los que nos preceden.

martes, 15 de noviembre de 2016

Paco Simón





          <<Descubrir que el paraíso está a la vuelta de la esquina suele costar años de sudores, piruetas en el laberin­to, manoteos en la oscuridad, despistes más o menos enrique­cedores y topetazos muy varios>>[1]. Sin embargo, descubrir que el paraíso se encuentra detrás de la puerta de una exposición de pintura es, lisa y llanamente, una casualidad. Descubrir estas cosas y otras muchas parecidas en circunstancias similares, es algo que me hace reflexionar de continuo sobre la probable, en cuanto posible, manipulación de nuestro Destino por lo que vulgarmente llamamos azar, como si, de alguna forma y en determinadas ocasiones, nos dirigiese éste intencionada­mente.

sábado, 12 de noviembre de 2016

La buena voluntad

La ética de Aristóteles

“Yebit"



"Yebit", así la llamaban, cuando alguien quería algo de ella.
"Yebit". Es árabe y el significado femenino para alguien que no merece llevar un nombre.
Yebit así la llamaban desde hacía mucho tiempo. Apenas podía recordar su verdadero nombre; hacía muchísimo tiempo desde la última vez que se utilizó. Sus padres estaban muertos y su tía solo le decía "Tú eres la única responsable de todo en tu vida", cuando le mandó que se marchara. Y eso que Yebit aún era joven, inexperta, aún no sabía mucho de la vida. Hubiese necesitado una mano protectora que la guiase. Pero ésa no existía. No era útil para nadie. Lo que ella sabía lo podía hacer también cualquier otra y la comida era escasa y valiosa. Así que le mandaron que se marchara.

viernes, 11 de noviembre de 2016

Sobre el lenguaje y la precisión lingüística


En una ocasión, posteando en un foro de filosofía, de los muchos que pululan por esos mundos de Dios, entablé un debate con alguien al que llamaremos J.

No sé muy bien cuál fue el comienzo de la discusión, algo tendría que ver con las diferencias culturales entre el Islam y Occidente, o entre el terrorismo, los fundamentalismos y esas cosas. El caso es que J. titula un mensaje llamándolo Guerra Santa, en el que sólo hay especulaciones y juicios de valor sin fundamento alguno (seguro que se trataba de política).

Mi respuesta fue un escueto sin comentarios. Nombre y apellidos. Y J. me contesta con cierto humor Maldad intrínseca la tuya, vaya. Yo apostillo con seriedad Chorrada descomunal por tu parte.

domingo, 6 de noviembre de 2016

Un Disfraz para Esconder la Duda



          
 ¿Desde qué bases es posible elabo­rar una crítica de la cultu­ra y la sociedad? 
¿Hasta qué pun­to tiene sentido hablar hoy de <<alternativas históricas>> 
en las sociedades industriales avanza­das?
   
                                                         Antonio Escohotado[1
   
    Es posible seguir manteniendo la mirada del <<perro anda­luz>> mientras la luna y las nubes transgreden el universo de nuestra con­ciencia en un vano intento de superar el conspicuo espectro consumis­ta de esa unidimensionalidad propia del deseo y la ansiedad que nos ha tocado vivir en este siglo?