domingo, 27 de noviembre de 2016

Crítica de la razón instrumental de Max Horkheimer

                                                                                  

                                                                        La autocrítica de la razón en Horkheimer
Antes de poder enlazar el título de este ensayo respecto a “La Crítica de la razón instrumental” de Horkheimer, es preciso hacer una breve introducción respecto a la teoría crítica y sus pensadores.
La Teoría crítica se denomina a las teorías del conjunto de pensadores de diferentes disciplinas asociados a la Escuela de Frankfurt: Adorno, Walter Benjamin, Max Horkheimer, Marcuse, Jürgen Habermas, entre otros.
Tal teoría, representa una crítica a todas las formas de dominio sobre el hombre y de irracionalidad, propias de la sociedad burguesa. Teniendo como objetivo desvelar las auténticas necesidades del hombre y tomar conciencia de las estructuras sociales que las reprimen. La irracionalidad se ha vuelto un rasgo tan característico de la sociedad como lo es su racionalidad y la historia de ésta muestra el carácter instrumental de la razón.
La pregunta que se hacen Horkheimer y Adorno, es por qué la humanidad desembocó en una barbarie, en vez de entrar en un estado verdaderamente humano. Y la respuesta a esta pregunta se descubre en el éxito de una nueva forma de racionalidad, que fue estudiada primeramente por Max Weber, y que recibirá diferentes nombres como subjetiva, instrumental (Horkheimer), subjetiva o identificadora (Adorno), unidimensional (Marcuse), instrumental o estratégica (Habermas).
La crítica de la razón instrumental intenta dar razón del obstáculo al que ha llegado la Ilustración, a su absurdo devenir histórico. Pero, ¿cómo hacerlo?, ¿cómo seguir pensando la Ilustración como si fuese un proyecto histórico no cumplido?, ¿cómo introducir razón en un mundo que la ha eclipsado, tal como quiere y piensa Horkheimer?
El hecho del que parte Horkheimer es que los avances en el ámbito de los medios técnicos se ven acompañados de un proceso de deshumanización. Por lo que el progreso amenaza con destruir el objetivo que no era otro, que la realización de la idea del hombre.
Es aquí donde entra la crítica de Horkheimer. Dicha crítica no se dirige contra la razón en sí, sino que su crítica es a la razón mutilada y reducida a razón instrumental. Se trata, pues, de una crítica radical, pero no es una crítica irracional, sino una autocrítica de la razón. Y como autocrítica quiere mejorar esa razón, no anular ni suprimirla.
La modernidad y sus consecuencias trajeron una gran serie de cambios culturales, sociales y económicos y el análisis de esta teoría, critica, precisamente, con dureza a este proceso de modernidad.
A lo largo de la crítica de la razón instrumental hay un amplio debate acerca del concepto de razón.
Tenemos la razón objetiva, que se encontraba tanto en la conciencia individual como en el mundo objetivo (naturaleza, relaciones de clase, etc.). Esta propuesta lo que destaca, mas allá de la posición de la razón en el mundo, es la orientación de la misma razón. De tal forma, que la razón está orientada a los fines de la existencia humana.
Por el contrario, la razón subjetiva, es la que se orienta hacia los medios. Se trata de un razonamiento mecánico que no se preocupa tanto por la esencia o contenido de lo que está calculando, sino por adecuar los medios más óptimos para llegar a los fines, sin reflexionar demasiado acerca de éstos últimos.
La humanidad otorga el triunfo a la razón subjetiva o instrumental, es decir, una forma de racionalidad que solo busca que los medios se adecuen a los intereses subjetivos de la autoconservación.
La razón subjetiva es tan solo un instrumento ya que no es utilizada para juzgar los actos y el modo de vivir del hombre. Por lo que la razón, en vez de liberar ha conducido al hombre a la barbarie. La naturaleza, incluso la humana, se ha “cosificado”. Dominar la naturaleza es pues un fín en sí mismo.
Horkheimer nos dirá que la ilustración reprimió y olvidó la razón objetiva, es decir, una racionalidad inherente a la realidad en sí misma que permitía la determinación de fines e ideales de por sí deseables. Pero más tarde, opinará que, en realidad, no se trata de tomar partido por una de las formas de racionalidad ya que ambas conducen a excesos.
Ambas razones son insuficientes para descifrar la realidad que nos rodea, y ambas pueden llegar a un extremo: la subjetiva, ser simple instrumento al servicio de intereses particulares y de dominio; la objetiva, crear valores ilusorios o excesos espirituales. Por ello, Horkheimer propone la dialéctica de estas razones así como su autoreflexión para conseguir una visión más amplia y sobre todo crítica de la realidad.
La importancia de Horkheimer en la historia radica en ser uno de los padres de la teoría crítica, influida por las corrientes del marxismo occidental. Su objetivo fue el crear una teoría donde la sociedad fuera liberada de la tutela del gobernante.

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