Todo
el esfuerzo de análisis de la cultura europea que Nietzsche lleva a cabo tiene
como finalidad experimentar, ensayar de algún modo con el pensamiento
(Gedankenexperimente) la posibilidad de una transformación de la actual
situación espiritual y psicológica de Europa.
Se trata, pues, de la conjetura de una praxis culturizadora alternativa
destinada, como terapia, a encarar la enfermedad del nihilismo europeo.
La
terapia de la cultura habría de consistir en intentar la posibilidad de que, en
algunos individuos al menos, pueda sustituirse un modo de interpretar la vida
por otro, y puedan invertirse el conjunto de sus valoraciones principales por
las contrarias.