Se trata de una obra extensa, en diez libros, calificada
por muchos como un tratado de política, algo no muy correcto, ya que además de
declarar y explicar los orígenes y consecuencias de las distintas formas de
estado, también pretende indagar en el hombre que las crea.
De tal forma que cada libro abarca temas distintos,
eso sí, con el único fin de diseñar el gobierno perfecto y mostrar las entrañas
del Ser del hombre.
Los primeros cuatro libros del diálogo tratan de los
problemas que surgen al tratar el concepto de justicia, pretendiendo señalar los
modos más eficaces de lograrla.
Los seis restantes se centran en una exposición del
pensamiento platónico en su más intenso nivel de profundidad
Libro I: La obra comienza con alabanzas a la
ancianidad de Céfalo a Sócrates. Después de alabar la moderación, la sensatez y
la cordura, comienza una reflexión sobre la importancia de la justicia en la
vida de los hombres y al determinar su papel en el seno del estado. A partir de
ahí se encamina la reflexión hacia una búsqueda de sus características.
Libro II: Glaucón y Adimarco animan a Sócrates a
encontrar y exponer la verdadera naturaleza de la justicia. Aquí se plantean
las relaciones entre las nociones de hombre y estado. Además de presentar una
disertación sobre la educación y su importancia dentro de los deberes del
estado.
Libro III: Se produce una discusión entorno al
concepto del estado justo. Concluyendo que sólo se puede obtener mediante una
distribución de labores y su correspondiente educación desde la más tierna
infancia para de esta forma evitar protestas que pudieran ser motivo de
incomprensión por parte del individuo respecto al lugar que debe ocupar en la
sociedad. Una educación especializada y precisa de cada miembro en función de
las aptitudes con que ha sido dotado
Libro IV: Aquí se pone fin a las cavilaciones respecto
al concepto de justicia, revelando las conclusiones extraídas y se establecen
los principios que deben regir un estado justo.
"Producir la justicia es establecer en las partes
del alma la subordinación que en ella ha querido poner la naturaleza. La
injusticia es dar a una parte sobre las demás un imperio que va en contra de la
propia naturaleza".
Según Platón, este principio une las relaciones entre
los hombres, pero su conocimiento sólo está reservado a los intelectos más capaces,
por lo que el gobernante debe ser elegido de aquellos que lo posean.
Libro V: Se vuelve hacer referencia a la educación
como punto de partida el estado ideal, pero ahora centrándose en los niños y
las mujeres (a estas últimas, si demuestran capacidades para ello).
Según Platón, los únicos capaces de orientarles
mediante el correcto uso de la pedagogía son los filósofos.
Para comprender esto, es necesario saber que para
Platón, el filósofo es aquel cuya capacidad de abstracción permite descubrir la
idea del bien supremo y llevarla a la realidad del estado ideal. Por lo que la
gestión y la organización del gobierno perfecto deben establecerse en la razón
y la justicia que sólo el filósofo puede proporcionar.
Libro VI: Aquí, Platón, reflexiona sobre la idea del
bien, que aporta sentido al mundo de las ideas, fin en sí mismo de toda
aspiración humana y base del conocimiento verdadero. Además expone su popular
teoría de las cuatro fases del conocimiento; desde las primeras impresiones
sensitivas hasta la contemplación del Ser Supremo.
Libro VII: Platón expone “El mito de la caverna”, un
paradigma con el que simboliza el mundo real bajo la perspectiva de su
pensamiento, que explica la relación entre los dos mundos que mantiene el autor
en sus tratados: el sensible, encarnado por la caverna, y el de las ideas,
representado por el exterior.
Esta analogía muestra el procedimiento que sigue el
saber en su recorrido desde las primeras percepciones hasta la consecución de
la verdad suprema.
Libro VIII: Se centra en una comparación entre el
estado justo e ideal expuesto y el resto de sistemas políticos dominantes en la
época, analizando los principios que les sustentan así como el talante de los
individuos que los crean. Concluyendo con una reflexión acerca de los niveles
de decadencia política que abarca desde la Timocracia espartana, la Oligarquía
y la Democracia, culminando en la figura del tirano. Dando por terminado el
paralelismo hombre-estado que se inició en el segundo libro.
Libros IX y X: Ambos libros se ocupan de profundizar
las conclusiones alcanzadas por Sócrates y sus acompañantes. Así, el libro IX
se encarga de explicar las consecuencias del estado perfecto en la vida
individual de los hombres. Mientras que el libro décimo analiza las diferencias
entre poesía y filosofía. Afirmando la primacía de la filosofía respecto a la
educación y adoctrinamiento y asignando al poeta un lugar más humilde en el
terreno de la creación artística.
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